Proceso de termofijado para resistencia a las arrugas del tejido de punto de poliéster.

La resistencia a las arrugas de tejido de punto de poliéster y el tratamiento termofijado son procesos complejos y delicados que requieren un control estricto de los parámetros del proceso para garantizar la calidad del producto final. Al optimizar el proceso de termofijado, se puede mejorar la resistencia a las arrugas de los tejidos de punto de poliéster, satisfaciendo la demanda de textiles de alta calidad de los consumidores.
Proceso de fijación por calor
Etapa de preparación: Trate previamente el tejido de punto de poliéster, como limpieza, secado, etc., para eliminar las impurezas y la humedad de la superficie del tejido. Posteriormente, se establecen los parámetros apropiados del proceso de termofijado en función del material y los requisitos de rendimiento del tejido, incluida la temperatura, la tensión, el tiempo, etc.
Etapa de calentamiento: la tela se introduce en una máquina termofijadora y se calienta mediante un dispositivo calefactor. La temperatura de calentamiento generalmente se establece por encima de la temperatura de transición vítrea de las fibras de poliéster, pero por debajo de su punto de fusión, para garantizar que las cadenas moleculares de las fibras puedan sufrir un cierto grado de relajación y reordenamiento mientras se mantiene la estabilidad morfológica.
Control de tensión: aplique la tensión adecuada a la tela durante el proceso de calentamiento. La magnitud de la tensión debe ajustarse de acuerdo con factores como el grosor y la elasticidad de la tela para garantizar que la tela pueda mantener un estado plano y libre de arrugas después del endurecimiento por calor. Una tensión excesiva puede hacer que la tela se estire excesivamente, afectando la estabilidad dimensional; Si la tensión es demasiado baja, es posible que no elimine eficazmente la tensión interna de la tela y reduzca el efecto antiarrugas.
Enfriamiento y conformación: cuando la tela alcanza la temperatura de calentamiento establecida y se mantiene durante un cierto período de tiempo, se envía rápidamente a la zona de enfriamiento para enfriarse. El proceso de enfriamiento debe ser rápido y uniforme para evitar deformaciones o la generación de nuevas tensiones internas en el tejido durante el proceso de enfriamiento. Después del enfriamiento, las cadenas moleculares de fibra en el tejido se fijarán en una nueva forma, logrando así una mejora en la resistencia a las arrugas.